Historia del Peso Chileno (1º parte)

Para encontrar los orígenes del Peso Chileno es necesario hurguetear en la historia de las primeras monedas de nuestros antepasados hispanos.

Durante la Edad Media y debido al sistema económico imperante en la España medieval, no hubo acuñación de monedas. La evolución hacia el comercio exigía que los reinos españoles acuñaran monedas, por esto –hacia los siglos VIII y IX- en Cataluña se adopta el sistema monetario Carolingio basado en monedas de plata.

Recién hacia el siglo XI comienzan a acuñarse monedas hispanas, basadas en el sistema monetario usados por los califatos árabes que dominaban gran parte de la España medieval. Los Denares o Dinares, también llamados Metcales, eran monedas de oro que tenían su valor según su peso. También se usaban los Dirhemes que eran monedas de plata. Todas de origen árabe.

Es en Castilla y león en donde, probablemente, el rey Alfonso VI manda acuñar las primeras monedas hispanas, las que serían acuñadas en la recién fundada Casa de Monedas de Toledo y en la posteriormente fundada en León.

La moneda era el Denario Regis, que consistía en una moneda de plata y cierta cantidad de cobre. Esta moneda tenía una fuerte influencia musulmana. Verdaderamente era una simple imitación de las monedas árabes.

La acuñación de monedas era un privilegio exclusivo otorgado por el rey y es así como algunos grandes señores consiguieron este importante beneficio que era el “Derecho de Acuñación”.

Casi a mediados del siglo XII el sistema monetario de los musulmanes, basado en el oro, fue definitivamente adoptado en Castilla y León, donde el dinar almorávide (moneda de oro usada por los árabes) pasó a ser la base del sistema monetario de los españoles cristianos.

Será el rey Alfonso VIII quien acuñó la primera moneda de oro autóctona castellana (1172), el maravedí de oro, que imitaba los dinares almorávides árabes.

El Maravedí se convertiría en la moneda más popular de España, siendo usada por más de 200 años hasta la acuñación de la Dobla (llamado también Doblón) o Castellano, hacia el siglo XIII. Desde esos tiempos es que el “Maravedí” se convierte en una “Moneda Mística”, pues será el pueblo, el hombre simple español quien continuaría llamando “Maravedí” a la moneda hispana, manteniéndose esta costumbre hasta bien entrado el periodo colonial en el Nuevo Continente.

Será el rey Pedro I, El Cruel, quien acuñará el Real (acuñado en plata) hacia mediados del siglo XIV.

Durante el reinado de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, se usarán oficialmente la Dobla de oro y el Real de Plata hasta que en 1497 se fije un patrón básico llamado “Excelente” acuñado en oro y que la gente le llamará “Ducado”; el que reemplazaría a la Dobla.

El Maravedí pasó a convertirse en un sistema de relación del valor de una moneda, pues ya estos no eran acuñados. Por ejemplo hacia el año 1500 un Ducado tenía el valor de 375 maravedíes. Un Real valía 34 maravedíes.

En 1535 se acuñó el “Escudo” o “Corona” que reemplazó al Ducado y se convirtió en la moneda común junto al “Real”. El Escudo o Corona tenía una equivalencia a 350 Maravedíes.

Corría el año de 1743 cuando el monarca de España Felipe V procede a otorgar un privilegio exclusivo a un ciudadano español avecindado en el reino de Chile, Don Francisco García Huidobro, para facultarlo con el derecho en perpetuidad de acuñar y producir monedas para el territorio de la capitanía general de Chile.

Don Francisco podría hacer usufructo de todas las utilidades de producción, lo que en la práctica lo convertiría en un hombre muchísimo más acaudalado de lo que ya era al serle otorgado este beneficio.

Por este privilegio el ilustre vecino ofreció a su majestad financiar la instalación, mantención y gastos de operación del procedimiento, sin costos para la corona.

El Rey Felipe V falleció en 1746, antes de que la Casa de Moneda de Chile hubiera iniciado sus labores. En ese año en los territorios de la Corona Española en el continente Americano ya funcionaban cinco Casas de Monedas. Ellas eran las Casas de: México, Potosí, Lima, Guatemala y Santa Fe de Bogota.

 

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